Ir al contenido principal

Entradas

UE Sants 0-1 FC Santboià (J.40)

Con la primavera los niños corren alegres pero molestan más, el sol acaricia pero no toca, y entra polen, mucho polen, en los ojos. El campo de l'Energia se llena, mitad fiesta, mitad drama. Todo está a punto de acabar, en la primavera, y todo tiene un pero.  Sprints  finales, caídas libres, o un aburrido sosiego . Al desenlace se puede llegar de mil maneras, pero el camino siempre acaba estrechándose, dibujando a lo lejos dos puertas ficticias entre las que nada existe; triunfo o fracaso. El Sants llegaba con los deberes prácticamente hechos al partido del domingo. Bastaba con sacar el mismo resultado que la Grama (que jugaba en Terrassa un rato antes) para eludir matemáticamente el descenso directo, siempre a la espera de los descensos compensados. No parecía una tarea muy épica, desde luego, y no lo fue. La Grama perdió, y el Sants tuvo que jugar después contra sí mismo. Quedará una última batalla en Reus, pero no da la sensación de que allí se vaya a decidir nada. Al Sant
Entradas recientes

UE Sants 3-2 FC Martinenc (J.36)

En la  última  acción del encuentro, el Sheriff quiso pedir el balón una vez más. Se lo enviaron en globo y fue a recogerlo al círculo central. Lo amansó y empezó la carrera. Después aguantó  agarrones , patadas, calumnias, y envidias. Y siguió gambando, consiguiendo escapar de sus dos competidores. Llegó fundido al balcón del área, pero llegó, y allí solo pudo escupir un dócil tiro que se fue rozando el poste. El Sants iba ganando por entonces, y el '9' portaba un gol y  nosecuantas  carreras encima. El Sheriff fue lo que –algún día– todos jugamos a ser. Fue la descripción que damos de nosotros en la entrevista de trabajo. Persistente, ambicioso, y avispado, pero humano. Se quedó hasta pasada la madrugada en la oficina y volvió el primero por la mañana con ojeras en los ojos y un café en la mano. Despertó aplausos, también rabia, pero a él le daba completamente igual. "Yo me limito solo a hacer mi trabajo, la victoria es de todos", declararía aún a pie de campo. 

CE Europa 1-0 UE Sants (J.35)

"¡Cuán tedioso es un cuento contado de nuevo!" , dijo algún día Homero, fatigado. Y que razón llevaba. Si existe gente cansada de ganar,  "cuán tedioso"  es salir derrotado una y otra vez. O aún peor, hacerlo de manera injusta. A veces por azar, otras veces no tanto. Morir poco a poco mientras una secuencia dolorosa se repite delante de nuestras narices. Y no poder hacer nada más que morir.  Siguiendo con el paralelismo entre el Sants y la obra de Homero, parece que las dos grandes obras del autor clásico, la  Ilíada  y la  Odisea , estén protagonizadas por el conjunto blanquiverde. La primera, que cuenta la terrible y prolongada resistencia de los troyanos ante los continuados ataques de un ejército mayor y más poderoso, explica el día a día del Sants. En la segunda, un eterno viaje de vuelta a casa en el que Ulises y los suyos tienen que hacer frente a lotófagos, cíclopes, sirenas, o lestrígones, permite entender la lucha por la permanencia. El domingo, e

UE Sants 1-2 UAT Horta (J.34)

No era el del domingo un partido cualquiera, no. Sants y Horta, enemistados desde aquella controvertida decisión que favoreció a los segundos, se reencontraban de nuevo en medio de un clima tenso. Los blanquiverdes aún reivindican, a día de hoy, el escándalo federativo. En Horta, por su parte, intentan pasar página sin remordimientos. Y a mí me parecen lógicas ambas posturas.  El 'Sheriff' comenzaba el encuentro en el banco. Jugaba Cantí, secundado por Fran, Borrull, y Gala. Los timones serían para Gaudioso y Aleix. El portero visitante, Carles Santaló −'Kolderiu' en Youtube− estaba secundado por medio centenar de niños y niñas que no dejaron de animarle. La imagen me pareció antinatural y nada emotiva, pero repito, son niños/as. Habrá que ir acostumbrándose a los Youtubers, los ídolos del ahora.  Los primeros minutos del encuentro fueron extraños. Los visitantes orquestaron una presión muy alta, imposibilitando que fluyera la circulación del Sants. Pero la tuv

UE Sants 0-0 FC Cerdanyola (J.32)

Las jornadas pasan, como si segundos fueran, y la clasificación ahoga, abraza, o pasa de largo. Castiga a los perezosos con ansiedades existenciales y premia a quienes cumplen con confianza y márgenes. Llegan los cálculos, los golaverajes, y las conjuras de equipo. De los entrenadores ni se duda, pues hacerlo es derrumbar la primera planta del edificio. Al final siempre ganan los mismos: aquellos que corren a exprimir su jugo como si no tuvieran más que ofrecer. El extremo joven, el balón parado, una racha como local, o una fiel afición.  Para lograr el objetivo hay que conocerse a uno mismo, parece haber entendido el Sants, que juega cada partido consciente de sus virtudes y flaquezas. El domingo, con Mario Cantí sancionado, Tito se atrevió a dejar al Sheriff en el banco para buscar un partido diferente, argumentado desde la abundancia de centrocampistas y la profundidad de los laterales. Fran y Borrull eran las primeras espadas blanquiverdes. Yamandú, por su parte, estrenaba una

UE Sants 0-2 UE Castelldefels (J.28)

Los jugadores del Sants y del Castelldefels llegaron a l'Energia a eso de las once, despiertos y desayunados, para batirse sobre el verde en lo que parecía una batalla premonitoria (el adjetivo "definitiva" excedía en significado y consecuencias al partido) para el futuro de ambos conjuntos.  La versión contemporánea de la batalla de Rómulo y Remo. Vencer o ser vencido. La primera página del desenlace de la temporada iba a ser escrita con sangre. Por mucha épica que −desde el sofá− pretenda inyectarle a la crónica, elevando la expectativa a niveles exagerados, aquí quien paga las facturas es  la verdad , que trabaja de sol a sol para llegar abarrotada a casa, comer lentejas recalentadas, y fumarse sola un cigarrillo antes de ir a la cama. Y la verdad, por mucho que nos duela, suele ser insulsa y tacaña. Normal, con la vida que lleva. Los rostros de los jugadores no concordaban con el romanticismo del escenario, sospeché. Y los jugadores nos volvieron a regalar

UE Sants 1-0 CF Pobla Mafumet (J.27)

Les explico que el portero tiene cosas de Victor Valdés y alucinan. Les digo que la afición acude a cada encuentro en masa y se emocionan. Cuando les hablo de mediocentros que juegan a dos toques o presidentas que vuelven en autobús desde Castelldefels, afirman que vendrán al próximo partido, que "qué bonito lo del Sants". Supongo que ven el brillar de mis ojos y no quieren reírse por el aprecio que me tienen, porque ven una mejora en mi estado de ánimo a cada partido que les narro. Después de contarles los goles del "Sheriff" o la ilusión que me hace el fichaje de Ogayar, me preguntan si el Sants va líder. Los argumentos y los resultados están cada vez más cerca, les respondo, que ya ha salido del descenso. No pasaron muchas cosas el domingo, la verdad. Uno podría haber echado una  cabezadita  durante gran parte del partido y no se habría perdido nada destacado. Cierto es que intentaron los hinchas locales amenizar la velada con su alegría característica, per