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CE L'Hospitalet 0-1 Penya Anguera (J.19)


Cuando uno analiza la vida de los adolescentes de hoy en día, puede desglosar diferentes espacios en los que este grupo de edad, comprendido entre los doce años (o llegada del mal humor) y la mayoría de edad (arrebato de falsa autonomía), divide su tiempo. En la semana de un adolescente estándar (qué mal suena!) podemos hacer una teórica separación entre estudios, vida social, y extraescolares. 

Y digo teórica porque a la práctica no se entienden los unos sin los otros. Por poner un ejemplo, es científicamente imposible pasar desapercibido socialmente, a lo largo de los años, en una clase nutrida de hormonas y prejuicios juveniles, así como no renegar del temario de Matemáticas en las pausas del extraescolar. 

Al parecer, los jugadores de la Anguera son sabedores de este planteamiento, al cual llevaron hasta el mismísimo extremo, confundiendo su partido semanal con los sencillos deberes del domingo.

Ante ellos, varias páginas de ejercicios de no demasiada complejidad. El Hospi, colista de la liga y virtual descendido, hizo, paradójicamente, el campo pequeño, factor al que los visitantes no supieron responder. La Anguera topaba una y otra vez con el compacto bloque defensivo de los locales, sin dar ninguna respuesta que invitara al optimismo a los seguidores visitantes. 

De la misma manera que el/la joven que abre el libro para acto seguido encender el móvil, dejando pasar así la tarde de domingo sin conciencia ni remordimiento alguno. Tras un buen rato sentado en la silla, el joven en cuestión llega al planteamiento de que tiene delante una tarea asequible, permitiéndose así estirarse en la cama. 

Pero los padres, ay los padres... Por mala (o buena) suerte, uno de ellos entra de manera accidental a la habitación dónde su hijo/hija suele estudiar, descubriendo así los hábitos de este en una sesión de estudio. El menor de edad en cuestión, por supuesto, tiene una excusa, insistiendo en que han irrumpido precisamente en su ansiado descanso. Sea el progenitor que sea, este sabe que no debe buscar demasiado al joven, a menudo irascible, y lo deja proceder con su sesión dejando alguna que otra frase que exprese su disconformidad.

El proceso en la mente del adolescente es otro, se da cuenta que ha perdido media tarde mientras su libro, aún abierto, le pide a gritos que haga algo con él. Con pausa, este visualiza el futuro momento en el que todos sus compañeros entregan orgullosos sus deberes mientras él yace, cabizbajo y muy arrepentido, en el fondo de la clase intentando encontrar excusa alguna a su desastre. Es entonces cuando, ya sin pausa, y con unos modos más que precipitados, encara el libro con la intención de salvar su sentido de la responsabilidad, y de paso, pasar a ser del grupo de los orgullosos en clase.

La Anguera despertó tras el descanso, asediando al rival con transiciones mucho más veloces que las habidas en el primer acto. Tras un buen centro llegó el 0-1, que daba la sensación de que no sería el único tanto de la tarde si seguía la tónica dominante amarilla. Pero los deberes, aun siendo no muy complejos, eran largos, y pedían algo más a los del Papi Anguera si estos querían acabarlos sin problemas. 

Tras muchas ocasiones sin materializar, llegaban los 10 últimos minutos con un solo gol de diferencia en el marcador y los locales creyendo en el tanto de la igualada. No habían tirado a puerta en todo el partido, pero daba la sensación de que la Anguera les permitía creérselo al dejar vivo el encuentro. Tras un conjunto de idas y venidas que despertó más de un "uy!", el árbitro pitó el camino hacia el túnel de vestuarios, ganando así la Anguera 3 puntos tan sufridos como valiosos para el devenir de la temporada. 

Los deberes hechos, pero trasnochando y acudiendo a su entrega con ojeras. Se sabía que este era un partido trampa y no fue menos, aunque a efectos prácticos se consiguió el objetivo, que era seguir en la pelea por los puestos nobles. La Penya encadena 4 victorias seguidas, unas con mejores sensaciones que otras, que le han enseñado muchas cosas, como que no se debe menospreciar ni temer a ningún equipo mirando la clasificación. 

El siguiente partido enfrenta a los amarillos al Neurofutbol en la Escola Industrial, en un choque que promete igualdad y buen fútbol, a juzgar por el estilo de ambos. 

Dejo por aquí clasificación y ficha del partido:



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