Una de esas (pocas) tradiciones que
aún mantenemos en pie los humanos yace en el uso del refrán y la frase hecha, a
los cuáles recurrimos con el fin de sintetizar y/o detallar cualquier situación
cotidiana de complejo análisis. Se dice que estos fenómenos no entienden de
modas al gozar de una muy amplia interpretación, y explicar la situación del
Juvenil A de la Anguera con ellos me parece una gran idea.
Una
vez olvidadas las vacaciones, y tras ser exprimido todo el jugo que dieron
éstas en el día de vuelta al trabajo, la Anguera recibía una grata sorpresa al
saber que conseguía "en los despachos" los 3 puntos del partido
frente al Neurofutbol (j.20), que había acabado en empate. Al parecer, una
alineación indebida del rival le permitía al club de l'Eixample sumar y seguir
así su férrea persecución al Sant Andreu, segundo en la tabla.
El
caso es que Anguera y Sant Andreu se darán cita en el Narcís Sala en la jornada
23 (la próxima), y si se daba el caso de que los de amarillo sumaban los 3
puntos frente al Collblanc, llegarían entonces con los mismos puntos que su
rival al partido. Pero de eso ya hablaremos después.
"Marzo
ventoso y abril lluvioso hacen a mayo florido y hermoso". Aplicando este
bello refrán al fútbol, no entendemos un buen final de temporada sin la
presencia de constancia durante los diferentes momentos de ésta, permitiendo
así llegar a un equipo a los últimos partidos con opciones reales de obtener
una recompensa.
Parece
que la Anguera había pensado ya en este refrán, y muestra de ello fue el inicio
del partido del domingo, con un dominio local muy claro patentado en diferentes
ocasiones de gol, además de un ritmo más alto que bajo con balón que hacía de
las ganas de sorprender del Collblanc una auténtica quimera.
El
juego amarillo encontró su premio pasados los diez minutos de partido, cuando
tras un saque de esquina ejecutado con maestría, uno de los hombres altos de la
Anguera ponía el 1-0 de cabeza. Si la Anguera hubiera escrito un guión sobre el
inicio de partido perfecto, sin duda se parecería a este. El Collblanc, por su
parte, veía como su barco iniciaba un naufragio complicado de salvar, pues les
entraba agua por todas partes.
"Estar
en Babia". Sin embargo, y por cosas del fútbol, el gol llegó a sentar
hasta mal a los locales, que vieron su buen hacer previo diluido y convertido
en un mal rato. El ritmo decreció, lo cual agradecieron los visitantes, que se
veían dentro del partido de nuevo gracias a la pasividad de la Anguera, que se
relajó por completo al verse ganador del encuentro demasiado pronto. La falta
de contundencia, los amplios espacios en el medio del campo, donde precisamente
el Collblanc tenía sus mejores estiletes, y las ocasiones (que no fueron pocas)
falladas por los atacantes amarillos los dejaban con mal sabor de boca aun
sabiéndose superiores en juego y resultado.
Con
un marcador apretado y sin haber dicho ninguno de los dos equipos la última
palabra, empezaba una segunda parte que auguraba algún que otro
"uy!". Nada más lejos de la realidad. Una accidental siesta de
viernes. Un drama romántico rodado en París. O cepillarse los dientes antes de
ir a dormir. En todos ellos hay más acción, interés, y curiosidad (y menos
aburrimiento) que en los primeros veinte minutos de la segunda parte, que
podría ser tachada de Odisea por parte de los espectadores.
"Matar
dos pájaros de un tiro". Entraron dos jugadores de banda en la Anguera que
dieron vida al partido e hicieron las posesiones largas de los locales algo más
fructíferas, tonteando con el gol por momentos. El portero local, por su parte,
vivía el partido en una remota tranquilidad, cumpliendo con su poco trabajo.
Tras varios saques de esquina consecutivos el central de la Anguera conectaba
un buen testarazo que batió al meta, sellando el definitivo 2-0. Una portería
imbatida más a las arcas de los amarillos, y 3 puntos que permiten hablar ya de
21 puntos ganados de 21 posibles en la segunda vuelta.
Como
he citado al principio, ahora toca el Sant Andreu, que ha escogido el domingo a
las 20h de la tarde para librar la batalla que muchos ya imaginamos desde hace
varias fechas. Es cierto que el Sant Andreu ha jugado un partido menos, pero el
empate a puntos da pistas sobre la igualdad que se verá en el terreno de juego.
Aunque se juegue en campo contrario, hay que ir a animar a los jugadores del
Juvenil A y darles el máximo apoyo en el que puede ser el partido que marque el
devenir de la temporada.
Salud,
y buen fútbol
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